La Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles es un lugar emblemático de devoción católica ubicado en Cartago, Costa Rica. También es conocida como la Basílica de Cartago. Esta basílica es uno de los principales destinos de peregrinación en el país y es especialmente venerada durante la celebración de la Virgen de Los Ángeles, patrona de Costa Rica.

La iglesia se encuentra en las cercanías de la ciudad de Cartago, la cual fue la primera capital de Costa Rica. La construcción de la Iglesia de los Ángeles se remonta al siglo XIX. El edificio original fue construido en 1639, pero a lo largo de los años ha sido reconstruido y renovado varias veces debido a los terremotos y daños estructurales. La figura más destacada en la construcción y reconstrucción de la basílica fue el arquitecto costarricense José María Barrantes Monge. Barrantes Monge, quien también se desempeñó como ingeniero y arquitecto en el gobierno de Costa Rica en esa época, fue fundamental en la realización de los diseños y la supervisión de la construcción de la basílica en su forma actual, utilizando el estilo arquitectónico neobizantino.
La arquitectura de la basílica es una mezcla de estilos que abarcan desde el neogótico hasta el neorrománico, con elementos barrocos y renacentistas. La fachada principal está adornada con esculturas de ángeles y detalles elaborados, mientras que el interior alberga una serie de capillas laterales y altares ornamentados. El altar mayor, en particular, es un punto focal impresionante, decorado con relieves y esculturas que representan escenas bíblicas y momentos clave de la historia de Costa Rica. La fachada blanca y la estructura de adobe le dan un aspecto antiguo y tradicional. Uno de los elementos más distintivos de la iglesia es su pequeña y hermosa capilla en la parte trasera, conocida como la "Capilla de los Milagros", donde se encuentra una imagen de la Virgen María. 
La iglesia ha sufrido daños considerables debido a varios terremotos a lo largo de su historia. La estructura actual es en gran medida el resultado de restauraciones y reconstrucciones realizadas después de estos eventos sísmicos.

Uno de los aspectos más destacados de la iglesia es la imagen de la Virgen de los Ángeles, también conocida como "La Negrita". Se trata de una pequeña estatua de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos, hecha de piedra negra. Esta imagen es venerada y considerada milagrosa por muchos creyentes costarricenses. Cada año, el 2 de agosto, miles de peregrinos y devotos acuden a la iglesia para celebrar la Fiesta de la Negrita. Este evento es una de las festividades religiosas más importantes del país y atrae a personas de toda Costa Rica y otros países. 

La peregrinación a pie desde diversos puntos del país es un acto de profunda fe y devoción, y muchos creyentes consideran que la participación en esta tradición les trae bendiciones y protección.
Durante la romería, las carreteras y calles que llevan a la Basílica de los Ángeles están llenas de puestos de comidas, bebidas y objetos religiosos. Los peregrinos son recibidos con hospitalidad por las comunidades locales a lo largo de la ruta, que brindan apoyo y refugio.
Los peregrinos participan en la procesión caminando, corriendo o en vehículos, llevando consigo ofrendas y símbolos de devoción. Muchos creyentes acuden a la Virgen de los Ángeles para pedir favores, dar gracias por milagros recibidos o simplemente expresar su fe y devoción. La procesión es un momento de devoción, oración y celebración en la cultura costarricense.
El punto culminante de la festividad es la "Pasada", que tiene lugar cada 2 de agosto. Este día, miles de peregrinos de todo el país se congregan en la Basílica de los Ángeles para participar en una procesión que recorre las calles de Cartago. La imagen de la Virgen, cuidadosamente colocada en un anda ricamente decorada, es llevada en hombros por los devotos mientras entonan cánticos, rezos y alabanzas, la Virgen es llevada desde su santuario original hasta la Catedral de la Provincia de Cartago, donde permanece durante un mes antes de ser devuelta a su lugar de origen.
Los comerciantes locales ofrecen productos religiosos, velas, alimentos y recuerdos relacionados con la Virgen de los Ángeles, creando un ambiente festivo y espiritual. Es importante destacar que la Pasada de la Virgen de los Ángeles es un evento profundamente arraigado en la cultura y la identidad de Costa Rica. La devoción a la Virgen de los Ángeles es parte integral de la vida religiosa del país y une a personas de todas las edades y estratos sociales en una expresión de fe y comunidad, es un recordatorio vivo de la conexión profunda entre la fe y la cultura costarricense, así como un testimonio de la continua relevancia de la devoción mariana en la vida de la nación.
La celebración culmina con una misa en la Basílica de Los Ángeles, que es el principal templo católico en Cartago y un lugar central para la devoción a la Virgen. 
Al llegar a la basílica, los peregrinos tienen la oportunidad de participar en misas y ceremonias religiosas en honor a la Virgen de los Ángeles. Muchos hacen cola para acercarse a la imagen y presentar sus oraciones y agradecimientos. Durante esta peregrinación, los fieles experimentan un sentido de comunidad, solidaridad y espiritualidad compartida.
La Basílica es un importante destino para los peregrinos durante todo el año, pero la "Pasada de la Virgen de los Ángeles" es el evento más destacado.
Además de la Iglesia de los Ángeles, en Cartago se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, un importante santuario que también honra a la Virgen María. La basílica es un destino religioso importante y también es conocida por la "Cruz de los Milagros", una reliquia que se encuentra en el altar.

Muchos fieles creen en los milagros atribuidos a la Virgen de los Ángeles y realizan peregrinaciones a la iglesia, a menudo caminando durante largas distancias desde diferentes partes del país como una muestra de devoción y gratitud.

La Basílica de los Ángeles no solo tiene un significado religioso, sino también cultural. Es un sitio histórico y una muestra de la herencia arquitectónica colonial de Costa Rica. En 1926, el Papa Pío XI elevó la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles al estatus de Santuario Nacional de Costa Rica, reconociendo su importancia religiosa y cultural para el país.

La Iglesia de los Ángeles en Cartago, Costa Rica, es un lugar de gran importancia religiosa y cultural en el país. Su arquitectura colonial, la devoción a la Virgen de los Ángeles y la celebración anual de la Fiesta de la Negrita la convierten en un lugar de peregrinación y reverencia para miles de personas.